“El rabí lo miraba con ternura
y con algún horror. ‘¿Cómo’ (se dijo)
‘pude engendrar este penoso hijo
y la inacción dejé, que es la cordura?’”
Un caballo pierde el clavo de una herradura y un imperio se derrumba. Una mariposa mueve sus alas en Hong Kong y desencadena una tormenta en Nueva York. Un pontífice le pone una kufiya al niño Jesús en el belén del Vaticano y Juan Carlos Girauta se topa en una esquina de la red con el golem que él mismo (entre otros) ha creado. Pero vamos por partes.
El pasado sábado 7 de diciembre, el papa Francisco inauguraba en el Vaticano el tradicional Nacimiento navideño que, en esta ocasión, era un regalo de la ciudad de Belén al Santo Padre en dónde el niño Jesús descansaba sobre una cuna con una visible kufiya, el tradicional pañuelo palestino. Pese a que aseguraba Bergoglio que aquello sólo era un recordatorio de las víctimas de la guerra y no un posicionamiento antisraelí a favor de la causa palestina, la polémica estaba más que servida.
Esa noche, Juan Carlos Girauta, eurodiputado por Vox, se arrancaba en X / Twitter con este tuit: “Jesús era judío. La Virgen María era judía. San José era judío. Hoy los lincharían en Belén. La verdad importa, y la Verdad más”. Sencillo, ¿no? La derecha más a la derecha lleva tiempo abominando de Francisco, un supuesto rojo peligroso, y Abascal ha mostrado su apoyo a Netanyahu. Nada más que añadir, ¿verdad?
Para nada. Girauta recibió un alucinante y masivo aluvión de mensajes de enfadadísimos seguidores que, siguiendo por otra parte, el mensaje histórico del catolicismo preconciliar, denunciaban que Jesús no había sido judío de ninguna forma (debía ser de Móstoles), que fueron, de hecho, los judíos los que mataron al Señor y que, en fin, Girauta era una rata sionista advenediza que había circulado por todos los partidos de izquierda a derecha (lo segundo es cierto) y tenía que abandonar Vox inmediatamente y pirarse a su casa.
Y de esta forma, al igual que el rabí Judah Loew de Praga tuvo que sufrir la rebelión de su propia, obtusa y monstruosa criatura de barro, Girauta ha descubierto asombrado el golem antisemita que él y los suyos han creado.
Se ha visto estos días con la caída de la sanguinaria dictadura siria. Nazis más o menos encubiertos y estalinistas ídem llorando por el tirano caído, cargando contra los judíos y poniéndose a las órdenes de Putin. A ver si nos enteramos.
Es lo que tiene querer ser mainstream del desparrame mental... Que siempre hay alguien más desparramado mental.
Yo creo que Jesús no era de Móstoles, que se ha puesto carísimo. Le hubiera pegado más ser de Quintanar de la Orden.