Pocas cosas nos excitan más a los hipersociables fanáticos de la política, que la amistad entre compañeros de dos viajes que avanzan el uno contra el otro como trenes de mercancías en vía única
Coincide con lo que oí decir a otras personas que sí conocieron a Althusser y lo describían como muy humano en las relaciones cortas. También triangula con aquello que le gustaba decir a otro animal del 5eme como era Jorge Semprún sobre que un comunista era alguien con quien puedes ir a cenar agradablemente, aunque con esto lo que afirmaba era un aspecto de esa banalidad del mal.
Eso es, a cenar. Y qué injustos me parecen ahora todos los que intentaron a posteriori saldar cuentas con un hombre enfermo que nunca dejó de ser, con todo, un buen hombre.
A mí, cuando escucho hablar sobre extrovertidos y personas amigables, siempre me viene a la cabeza Thomas Bernhard… 😉
Bien apuntado, Emi. En realidad, ni lo uno ni lo otro tiene ningún mérito. El carácter es, más o menos, el destino.
Así lo creo también. Muy interesante el artículo, Daniel. Me están gustando mucho tus publicaciones.
Coincide con lo que oí decir a otras personas que sí conocieron a Althusser y lo describían como muy humano en las relaciones cortas. También triangula con aquello que le gustaba decir a otro animal del 5eme como era Jorge Semprún sobre que un comunista era alguien con quien puedes ir a cenar agradablemente, aunque con esto lo que afirmaba era un aspecto de esa banalidad del mal.
Eso es, a cenar. Y qué injustos me parecen ahora todos los que intentaron a posteriori saldar cuentas con un hombre enfermo que nunca dejó de ser, con todo, un buen hombre.